12, Jan, 2016 en Odontología digital

En los últimos años la tecnología ha avanzado muchísimo en todos los ámbitos de la vida: manejamos un teléfono inteligente, nos conectamos a internet desde multitud desde dispositivos, tenemos aplicaciones informáticas para casi cualquier actividad, etc. Intentamos que nuestra vida sea más cómoda y sencilla y para ello confiamos en la tecnología cada vez más.

En odontología, como en los demás ámbitos de la vida, las nuevas tecnologías han llegado para ayudarnos. Nos ayudan en tiempos de trabajo y, sobre todo, en precisión. Gracias ellas y los nuevo materiales que se emplean, hemos podido desarrollar técnicas que son cada vez menos invasivas, más respetuosas con los tejidos que constituyen el aparato masticatorio y por tanto más cómodas y mejores para los pacientes.

Las fundas o coronas dentales ya son un tratamiento que comienza a ser obsoleto (evidentemente se siguen utilizando si hay que cambiar una por otra), y si en su composición aparece el metal es como si ahora nos comprásemos un ordenador con procesador Pentium.

La adhesión y los nuevos materiales nos permiten realizar onlays, inlays, overlays, carillas y/o carillas 360º respetando al máximo el diente sin tener que recurrir a tratamientos como endodoncias. Podemos rehabilitar toda una dentición con estas técnicas, sin tratamientos agresivos e irreversibles como los pernos metálicos o las coronas clásicas de metal cerámica.

Los implantes ya no son como hace 25 años (aunque algunos los publiciten así a precios irrisorios, que nunca son ciertos). Los TAC tridimensionales, el escáner intraoral y el software de planificación son un trío esencial para realizar la cirugía guiada. Una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que permite una mejor recuperación, una mínima inflamación y un resultado mucho más predecible y, por tanto, mejor. Además nos permite colocar con total seguridad y calidad, restauraciones provisionales sobre los implantes en ese mismo día.

La endodoncia ha pasado a ser endodoncia rotatoria y hecha con magnificación (lupas o microscopio), materiales mejores y más avanzados  que permiten agilizar un tratamiento complejo y lograr un pronóstico mucho mejor, en una intervención que hace años se caracterizaba por ser molesta, cuando no dolorosa y poco predecible.

La ortodoncia hoy en día con los avances digitales nos permite no sólo visualizar el tratamiento previo, sino también obtener materiales mejores que nos permiten realizar los casos más rápido y más cómodamente con técnicas como los brakets autoligables o la ortodoncia invisible.

En resumen, si todo a nuestro alrededor ha ido cambiando y no nos vamos a comprar un móvil de los 80, un coche con tecnología de los 90, un ordenador del 2000, no nos van a operar de apendicitis como en los 70 y no damos a luz sin epidural, ¿por qué no exigimos lo mismo para el cuidado de nuestra salud oral?